Cuando la mula es mañosa, ni que la carguen de santos

El sueño de Arnoldo Aleman finalmente se cumplió: la reelección presidencial. Lastima que el reelecto va a ser su pipito Daniel Ortega. Los sueños de Doña María Fernanda de volver a ser el centro de atención en las fiestas de Santo Domingo van a tener que esperar un ratito; por ahora la incomparable reina de la farándula oficialista sigue siendo Rosario Murillo, una mujer digna de su propia reputación.

Pero no todo está perdido. La gerencia moderna y la globalización ahora permiten que labores antes ejecutadas por el sector público puedan ser subcontratadas a terceros si con ello se mejora la eficiencia operativa. Dada la necesidad de apresurar la efectividad de la democracia, el Partido Liberal debería subcontratar al jefe del Ejército Hondureño para que coordine la reorganización del segundo período presidencial de Don Daniel y que, con eso, el país comience un nuevo proceso de crecimiento económico y social. Según nuestros cálculos, si Don Daniel es reelecto—lo cual es ahora bastante predecible, dada la epifanía democrática por la que están pasando la Corte Suprema de Justicia y el Consejo Supremo Electoral—el subcontratista para la reorganización del segundo período tendría dos semanas para declarar la presidencia de Don Daniel como ineficiente, empaquetar a Don Daniel con mucho cuidado y despacharlo por DHL a la Provincia de Kandahar, en el Sur de Afghanistán, en donde él siempre ha tenido mucha barra. Lo único que hay que asegurar es que el Partido Liberal se proteja de sí mismo y despache por UPS a Don Arnoldo a la Provincia de Kurdistán.