Tuesday, January 10, 2012



El enemigo de mi enemigo es mi amigo

Mahmud Ahmadinejad es un personaje que por su pequeña estatura es fácil de clasificar como mesiánico a la manera de Napoleón. Y como Napoleón, Ahmadinejad no ha tenido empachos en destruir a sus oponentes ni en hacer trampas que van en contra de sus principios religiosos para seguir en el poder. Ideológicamente Ahmadinejad es un nacionalista que utiliza la exageración y la retórica para mantener a sus enemigos a la defensiva, pues siempre está diciendo alguna vaina nueva que pone los pelos de punta a cualquier líder occidental, como el afirmar que el holocausto judío nunca pasó, o que Israel tiene que desaparecer de la faz de la tierra. En cierta forma Ahmadinejad es un espejo distante de Hugo Chávez—a quien le encanta atizar el avispero solo para incomodar al embajador gringo, sabiendo bien que la venta de petróleo al imperio tiene que continuar para poder seguir saludando con sombrero ajeno. Tanto Ahmadinejad como Chávez son unos jodedores que gozan del poder y saben abusarlo. Hoy estos dos personajes van a Nicaragua a la inauguración de Daniel, otro personaje que a costa de manipulación, fraude, soborno y coerción fue electo presidente de Nicaragua. En circunstancias normales estos majes nunca se hubieran juntado ni pa tomar un café, pero en el juego geopolítico saben que son compañeros de ruta y que se unen por conveniencia solo para mostrar un frente único ante los Estados Unidos. Por suerte en Nicaragua ya se sabe que a Daniel la ideología le vale verga y que lo que cuenta es el poder y los dólares. Así que mientras Daniel siga recibiendo plata de Hugo y Mahmud seguiremos viendo a estos amigos improbables. 

No comments:

Post a Comment

Note: Only a member of this blog may post a comment.