Tuesday, August 21, 2012
Monday, August 20, 2012
Managua
ciudad sin nombres
Wendy Álvarez
Hidalgo, El País, 20 de agosto 2012
La primera vez que la joven
estadounidense Michell aterrizó en el Aeropuerto Internacional
La Mercedes, ahora Augusto C. Sandino, hace 10 años, traía anotada en su agenda
una “extraña” dirección que leía así: “De los semáforos de La Tenderí, 75 varas
al lago”. Era la única referencia del hostal donde pernoctaría. No tenía ni el
nombre de una calle o el número del establecimiento.
Su sorpresa fue cuando salió de la
terminal aérea. Abordó un taxi y estando muy cerca del lugar donde le habían
indicado que se encontraba el hostal, el conductor daba vuelvas y vueltas por
la zona. "No encontraba el hostal, me decía: Será arriba o hacia abajo. No
entendía lo que me decía. Tardamos como 20 minutos buscando el hospedaje”,
recuerda Michell, una joven de piel tostada por el sol, cabellera voluminosa y
de contextura delgada. Más tarde descubriría que estaba en una de las pocas
ciudades en el mundo donde las calles no tienen nombres.
Uno pensará que esto es surrealista.
Puede que lo sea, pero así es Managua. En esta ciudad, con casi dos millones de
personas, es frecuente referirse a las calles o plazas añadiendo indicaciones
del tipo: "De donde fue", "ve hacia el lago", "del
nuevo", "hacia abajo", "hacia arriba", "sigue
recto y dobla a la derecha". (Ver en la imagen la calle "Hacia
Estatua de Montoya"). Los habitantes han tenido que ingeniárselas para
moverse en una urbe desordenada y con calles sin identidad. Calles invisibles.
Y aunque no existe una guía exacta que
permita moverse con facilidad en la ciudad, dominar los puntos de referencia
que se usan desde cuando Managua era una villa indígena puede ser una buena
fórmula. Sepa que “arriba” indica al Este, donde se pone el Sol; y “abajo” se
refiere al Oeste, que es donde se oculta.
“Es
parte de nuestra idiosincrasia. Y si mañana se estableciera un sistema de
nomenclatura para identificar las calles, casas y avenidas, creo que no
funcionaría. Para nosotros siempre será desde donde está aquella piedra tantas
cuadras para tal lado, y si llegan a quitar la piedra, diremos donde estuvo la
piedra tanto cuadras….”, afirma sonriente Juan Vargas, un sesentón,
conductor de un viejo taxi que circula de día en una de las congestionadas
avenidas de la capital.
Lleva más de 40 años como taxista.
Comenzó de chaval y asegura que no hay día en que no se pierda buscando la
dirección de un pasajero. Vargas cuenta que su peor pesadilla es cuando se
adentra en los suburbios que han empezado a crecer a lo largo y ancho de la
ciudad. En estos sitios, que son aglomeraciones de caseríos, los puntos
de referencia son generalmente desconocidos y eso impide llegar al
destino final de un pasajero.
Un árbol milenario, un restaurante de
antaño, una antigua estación de ferrocarril, un semáforo, una plaza
revolucionaria, un bar, los restos de un monumento, el nombre de una pulpería,
el color de una casa, una antigua catedral o un viejo seminario sacerdotal,
todo vale en Managua a la hora de llegar a un sitio determinado. La memoria fotográfica
también.
Son pocas las principales avenidas que a
lo largo del tiempo han tomado nombre. Y las que hoy tienen identidad, no es
porque la municipalidad así lo haya decidido de forma oficial. No. Hay
travesías que llevan denominaciones porque han sido escenario de algún hecho o
momento que ha dejado huella en la memoria de los managüenses. La pista Jean
Paul Genie es una de ellas. En 1990, un 28 de octubre, un joven fue acribillado
en esta vía por los escoltas de una caravana que encabezaba el hermano del
actual presidente de Nicaragua. Hoy la avenida es conocida por todos con el
nombre del joven asesinado.
Hay otras a las que se les ha puesto
nombres de meses o fechas conmemorativas, como la 27 de mayo, la 15 de
septiembre o la antigua avenida Bolívar. Y aunque no lo parezca, estas calles
sufren de metamorfosis. Hoy tienen un nombre de referencia y mañana pueden
aparecer con otro.Todo depende del estado de ánimo del Gobierno de turno, que
generalmente intenta perpetuar su estilo político, cambiando los nombres de las
principales vías públicas o edificios populares.
Y peor aún es que la ciudad no tiene
centro, situación que complica aún más la movilidad. Es por eso que dominar,
además de los puntos cardinales, los lugares de referencia, puede facilitar a
cualquier persona llegar a tiempo a su destino final, sin dar muchas vueltas.
Friday, August 10, 2012
Elogio
de la estulticia
My mother, southern to the bone, once told me,
"All southern literature can be summed up in these words: 'On the night
the hogs ate Willie, Mama died when she heard what Daddy did to Sister.'"
--Pat Conroy, 1985
Hoy recibí un email de un amigo poeta que da clase de literatura en UNC-Chapel Hill. La última vez que hablamos fue en 1997,
cuando conversamos sobre la literatura sureña y su semejanza con los cuentos de
García Márquez, Alfredo Bryce-Echenique y Próspero Morales Pradilla. Ese día me
contó sobre el discurso de Pat Conroy en una convención de distribuidores de
libros. La frase se me quedó grabada en
un rincón no muy accesible de mi cerebro pero hace unos días comenzó a patalear
por aire después de estar sumergida por más de diez años. ¿Porqué ahora? Lo
único que se me ocurre es que hace poco ordené un libro sobre el origen del
autoritarismo y la democracia, por Daron Acemoglu, y eso llevó a preguntarme si
había una frase que resumiera la cultura política latinoamericana. Después de pensarlo muchísimo (23 segundos)
elegí la frase ganadora:
“Muchos años después,
frente al pelotón de fusilamiento, el Coronel Aureliano Buendía había de
recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.”
Para los desmemoriados, es la primera frase de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, una obra que para
mí es la radiografía perfecta de nuestro subconsciente político.
Thursday, August 9, 2012
Que no ves que estamos en crisis?
La revista Gatopardo publicó un excelente artículo sobre la crisis española. Vale la pena leerlo para entender la diferencia entre los titulares deprimentes y la rutina familiar en tiempos difíciles. Todo es relativo. Ya los nicas quisiéramos tener los problemas de España.
Aquí está el enlace:
http://www.gatopardo.com/ReportajesGP.php?R=145&pagina=1
Tuesday, August 7, 2012
Clarito oí que se vaya pal carajo
Los nuevos dictadores se
han convertido en expertos de la manipulación de las instituciones democráticas
para perpetuarse en el poder. En Rusia las rockeras punk Pussy Riot (me encanta
el nombre) están detenidas por oponerse a Putin. En realidad ellas solo
vocalizan en otra forma lo que miles de rusos, especialmente en Moscú, expresan
en forma de protesta civil. El País
reporta que ahora el gobierno las manda a juicio por ofender a la religión y no
por oponerse a Putin.
“A
pesar de que las Pussy Riot realizaron
un claro acto político, el fiscal argumenta que el pasaje de la canción en que
piden a la Virgen que expulse a Putin del Kremlin suena falso. Lo que las muchachas realmente
hicieron, según la acusación, fue una parodia a los ritos sagrados, lo que,
unido al lugar donde realizaron su actuación (una iglesia), demuestra que el
objetivo era instigar el odio contra el cristianismo ortodoxo, la principal
religión en Rusia. De ahí que la fiscalía califique el delito de las punk como
gamberrismo motivado por odio religioso.”
http://internacional.elpais.com/internacional/2012/08/07/actualidad/1344331979_586393.html
Eso me recuerda un
cuento que oí en Colombia, en el cual una muchacha vuelve a su casa allá en lo profundo del Caquetá. Conversando, su papá le pregunta qué es lo que hace allá
en Cali y ella le dice que es prostituta. El papa se pone pálido y con mucho
dolor le dice que se vaya. La muchacha, llorando, le dice que se va pero que
antes quería darle a su mamá los 10,000 dólares
que traía de regalo para la familia. El papá se queda pasmado y le pide
que le repita que es lo que ella hace en Cali. “Soy prostituta, papá”, y el
papá le dice “Ay mija, perdone la confusión; clarito oí que era
protestante.”
Friday, August 3, 2012
http://grist.org/cities/heres-an-olympic-gold-medalist-taking-public-transit/
Here’s an Olympic gold medalist taking public transit

Photo courtesy of Omid Djalili.
Here’s fencer Ruben Limardo of Venezuela, hours after winning top honors in men’s epee, toting his medal home on the London tube. Dude may have been working his ass off all day, and he may be sporting $600 in solid gold, but he’s not too good for public transportation. I never want to hear you saying “I’m too tired, let’s just drive” again.
That photo comes from Omid Djalili, @omid9 on Twitter, who followed up the next day with this:
Venezualan gold medal fencer on the tube photo has become iconic for Londoners mostly because no one thought to give him a seat
Come on, London. The man’s tired, and he has a sword.
Subscribe to:
Posts (Atom)