Clarito oí que se vaya pal carajo
Los nuevos dictadores se
han convertido en expertos de la manipulación de las instituciones democráticas
para perpetuarse en el poder. En Rusia las rockeras punk Pussy Riot (me encanta
el nombre) están detenidas por oponerse a Putin. En realidad ellas solo
vocalizan en otra forma lo que miles de rusos, especialmente en Moscú, expresan
en forma de protesta civil. El País
reporta que ahora el gobierno las manda a juicio por ofender a la religión y no
por oponerse a Putin.
“A
pesar de que las Pussy Riot realizaron
un claro acto político, el fiscal argumenta que el pasaje de la canción en que
piden a la Virgen que expulse a Putin del Kremlin suena falso. Lo que las muchachas realmente
hicieron, según la acusación, fue una parodia a los ritos sagrados, lo que,
unido al lugar donde realizaron su actuación (una iglesia), demuestra que el
objetivo era instigar el odio contra el cristianismo ortodoxo, la principal
religión en Rusia. De ahí que la fiscalía califique el delito de las punk como
gamberrismo motivado por odio religioso.”
http://internacional.elpais.com/internacional/2012/08/07/actualidad/1344331979_586393.html
Eso me recuerda un
cuento que oí en Colombia, en el cual una muchacha vuelve a su casa allá en lo profundo del Caquetá. Conversando, su papá le pregunta qué es lo que hace allá
en Cali y ella le dice que es prostituta. El papa se pone pálido y con mucho
dolor le dice que se vaya. La muchacha, llorando, le dice que se va pero que
antes quería darle a su mamá los 10,000 dólares
que traía de regalo para la familia. El papá se queda pasmado y le pide
que le repita que es lo que ella hace en Cali. “Soy prostituta, papá”, y el
papá le dice “Ay mija, perdone la confusión; clarito oí que era
protestante.”
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.