Si Chávez se muere Se moriría a tiempo, como Elvis, los hermanos Kennedy, Marilyn Monroe y Michael Jackson. Morirse a tiempo es casi un arte—es dejar que el destino escoja una fecha propicia para que el imaginario colectivo le asigne a uno un futuro maravilloso que nunca se dio. Pero también la muerte de Chávez echaría a andar una serie de eventos que pueden desestabilizar a Venezuela por varios años. Empezando por la sucesión, la muerte de Chávez generaría inmediatamente una lucha sorda interna entre su hermano mayor, el ideólogo y heredero aparente Adán Chávez, ex-Ministro de Educación y actual Gobernador de Barinas, y algunos miembros ambiciosos del círculo interno del PSUV. La ventaja la tiene Adán, pues es un cabeza caliente hipócrita, partidario de la lucha armada y los procesos revolucionarios mientras goza de privilegios burgueses. Tal actitud cae como anillo al dedo a los lambones del PSUV que usan al socialismo como un escudo moral que cubre su alto nivel de corrupción. La lucha de clases que continuaría Adán sería la excusa perfecta para dar esperanzas a los pobres para invadir en un futuro no muy lejano las casas de los escuálidos, como Chávez llama a la clase media educada de Caracas. La desventaja de Adán es que es hermano de Chávez, lo cual lo designa como seguro perdedor en las elecciones de 2012. Porqué perdería? Porque sería como elegir a un reloj falso que se compra por 5 dólares en Chinatown. Aunque el pueblo pobre es leal a Chávez, su carisma populista no es transferible. En unas elecciones limpias los votantes saben distinguir entre la mierda y la pomada. Los Chavistas saben que sin Chávez su poder de convencimiento se erosiona rápidamente—es el precio del vacío que siempre dejan los dictadores. Por lo tanto, van a hacer todo lo posible por consolidarse en el poder y aplazar las elecciones, modificar las leyes que hay que modificar y tratar de mantener un estado de transición al igual que los Cubanos de la oligarquía actual van a tratar de hacer cuando Fidel y Raúl se mueran dentro de veinte años. Así que el futuro de Venezuela después que Chávez se muera luce un poco turbio: una transición politica que puede tomar varios años, provocada por un retardo electoral propiciado por dirigentes del PSUV que van a tratar a toda costa de buscar un soft-landing(para utilizar el termino que usa el FMI cuando ataca la inflación) para que cuando vuelva la democracia ellos se queden bien acomodados con poder económico y sin responsabilidad política.