Peinando la Culebra. Ahora con Berracol®.

Hace tiempo que no digo ni pío. Mi larga ausencia se debió simplemente a que estaba ocupado haciendo unos mandados, como trabajar pa pagar las cuentas, etc. Además, nada que yo pudiera comentar podría superar la gran telenovela en que se ha convertido la política, el mercado laboral y la angustias mediáticas de la nobleza izquierdista Nicaragüense. Desde el último artículo han pasado muchas cosas. Sin embargo, algunas me han impresionado más que otras:

1. La economía de los Estados Unidos continúa en bajada. El desempleo sigue muy alto porque los empresarios siguen esperando que los que estamos como los monos de Bosawás, coyol quebrado-coyol comido, salgan a comprar más vainas para reactivar la economía. El problema básico es que ahora hay un círculo vicioso: no compramos porque estamos sin empleo y no nos emplean porque nadie compra. Como quien dice, tamos jodidos todos ustedes. Por ahora, tal como lo reconoció Christine Lagarde, la sucesora del legendario galán Dominique Strauss Khan en el mando del Fondo Monetario Internacional, el motor de la economía mundial ahorita mismo está en China, la India, America del Sur y el Sur de Asia--todo fuera de USA y Europa, pero que si las cosas siguen mal en Estados Unidos y el sur de Europa, vamos a salir todos pringados por la diarrea primermundista.

2. Ahora más que nunca la política está en crisis como consecuencia de la profunda transición económica en que vivimos. Primero que todo, ningún ejecutivo de la banca de inversión (con especial mención de los bróderes de Goldman Sachs), ha ido a la cárcel por el inmenso fraude cometido en contra del público en general. Sin embargo, prevalece la doctrina ultraderechista que dice: las ganancias son del empresario, las pérdidas son del público. Segundo que todo, el clima de mercado en los países que todavía insisten en que el populismo económico es una maravilla (Venezuela y su ahijada Cuba, Bolivia, Grecia, España, y otros más que no apunto pa no deprimirme) es pésimo para la inversión, pues uno nunca sabe cuando van a controlar los precios, expropiar fábricas, o forzar al pequeño empresario a mantener empleados improductivos por el resto de sus días. Tercero que todo, el pueblo se ha puteado barato. La gente pobre se va con quien le dice cualquier cosa y se contenta con poco. Los Chavistas y Danielistas han sido increíblemente eficientes en venderle a los pobres la idea de la revolución aunque para ser justos, Chávez ha sido efectivo en contratar a médicos Cubanos y llevar salud básica a sitios donde antes no había ningún tipo de cuidado médico. Aún así, el daño que han traído la enorme corrupción y el deterioro de las instituciones gubernamentales no compensa lo poco que llega al pueblo pobre.

3. La juventud está a punto de reproducir los años sesenta y verdaderamente comenzar una revolución que puede tener bastante violencia. No nos debe sorprender, pues el mensaje que recibe la juventud educada en las zonas urbanas es que no hay futuro. La juventud ve la corrupción descarada de los líderes políticos y el igual descaro de los poderes económicos que los compra y no le ve salida más que la violencia callejera. Comenzó en el norte de Africa y luego viene para acá. Francamente, tienen toda la razón: hay que arrancar cabezas.

Bajo este panorama comienzo una nueva etapa en el blog. De ahora en adelante voy a publicar notas cortas más seguidas; enlaces a sitios interesantes, y notas en inglés o español, según me funcione el coco. Así que como dijo La Chayo a Su Eminencia cuando éste le pidió inmunidad para Roberto Rivas: Ba Puej.

En eso quedamos.