Asere, qué bolá!

Aló, Yenelsis? é Yubanis…¿aló?

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Sí, Yubanis!, qué bolá, cómo etán todos por allá?

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Ah, bueno. Pue llamo rápidito pa que le digas a la vieja que sí, que llegamo la semana que biene y que le llebamo las pastilla.

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Sí, chico, sí, etamo de lo mas embullado. Yesenia le lleba unos bluyine a su prima y yo a ujtedes le’ llebo ropa, sapato y tó.

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Coño, chico, ba a tené que aguantahte que ahora no puedo, esa ropa é muy cara. Qué bá! asere, tú sabe lo que cuesta eso? Cojone, como 100 dólares el par. Ya las cosas no’etán pa eso; aquí la cosa etá dura compay. Te acuehda de Doynel, el mulato aquel que bibía enfrente de la casa de Pipo? Bueno, ese ase dosaño trabajaba de draiguolero y ganaba como dosiento peso diario. Pehdió e’trabajo ase un año y lo único que pudo conseguir la semana pasada fue de choféh de una guagüita de’sa que acarrea biejito pa’todos lado, pal’mol, para la clinica de mediquer y eso, y gana SESENTA peso diario. Coño, broder, con eso no se bibe aquí.

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Bueno, talbé allá en Caibarién, pero aquí no'é ná.

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No, chico, la behdá yo esperaría atelaño que biene. Si ustede se lanzan ahora ban a pasar mucho pero mucho trabajo pa comensar la vida aquí. La calle etá muy dura, meng. Allá lo ablamo. Oye, ben acá, y qué disen loj médico de mami?

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Ah, menos mal. Bueno, le dises que la semana que biene se ba a sentih mejor. Te dejo poque eto ta costando mucho y prefiero guardar la plata pa cuando lleguemo.

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Sí, así eh, efetibamente. Bueno, miehmano, besos a todo y pa’ti, ya tu sabe.

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Ata luego. Baaaaiii.!